Si en tu empresa los costes de energía superan los 100.000€ anuales, es casi seguro que estás pagando más de lo que deberías pagar.
¿Pero sabes por qué?
En la contratación de los suministros energéticos entran en juego muchísimas variables y bastante complejas: tipos de contrato, fluctuaciones del mercado, potencia contratada, aspectos regulatorios, condiciones y cláusulas específicas de cada distribuidora…
Sólo a modo de ejemplo… Las compañías eléctricas actúan como intermediarios en el mercado mayorista, comprando energía al mejor precio posible para venderla a las industrias. Y a la hora de vender esta energía ofrecen diferentes modalidades de contratación:
- Tarifas indexadas en el mercado mayorista: la volatilidad del mercado la asume tu empresa (emociones aseguradas)
- Tarifas con precio fijo: no hay volatilidad porque tu empresa ya paga el sobrecoste de entrada (gran emoción inicial y después mejor no pensar más en ello)
- Modelos híbridos: combinación de elementos fijos e indexados (emociones a menudo, pero más controladas)
¿Sabes qué tipo de contrato tiene su empresa? ¿Hay alguien en tu equipo que lo sepa? Y en caso de que alguien lo sepa, ¿tiene claro cuál es la mejor opción de contratación en cada momento?
Después de más de 15 años de experiencia en el sector, podemos asegurar que la mayoría de las empresas pagan la electricidad por inercia. No suele haber nadie que analice uno de los costes más importantes por la compañía y que tome decisiones estratégicas para asegurar que siempre se está pagando el precio óptimo.
De hecho, en la mayoría de los casos se confía en recursos que pone la propia compañía energética. Son los “gestores personalizados”, las “herramientas de monitorización” o los “servicios para ajustarnos a tus necesidades”. Pero estos recursos no son independientes, son pagados por el propio proveedor para asegurar que no te vas a la competencia.
Un problema, dos soluciones posibles
Si tu empresa supera el umbral de los 100.000€ anuales en suministros energéticos necesitas a alguien que:
- Analice con rigor e independencia tus consumos y facturas
- Conozca los principales índices y mercados energéticos
- Sea capaz de realizar previsiones ajustadas de consumos
- Diseñe una estrategia de compra adecuada a las necesidades de la empresa
- Negocie la mejor oferta y la mejor modalidad de contrato en cada momento
- Evalúe y optimice la potencia contratada
- Interprete adecuadamente las curvas de consumo
- Esté perfectamente al día de los cambios normativos
- En definitiva, que vele sólo por los intereses de tu empresa
Para obtener todo esto tienes dos posibilidades.
La primera es tener a alguien en plantilla que tenga estos conocimientos y haga ese trabajo. Al igual que tienes personas que son expertas en nóminas o que negocian las condiciones con las entidades bancarias, debes tener alguien que domine el sector y los costes energéticos. Puedes contratar a alguien o incluso puedes formar a alguna persona que ya esté trabajando en la compañía. El problema es que no existen muchos perfiles en el mercado con experiencia suficiente.
Por el contrario, si formas a alguien interno tardarás varios años en conseguir que tenga la experiencia y el conocimiento suficiente para amortizar los costes. Y nunca puedes descartar que una vez formada, esa persona no deje a la compañía.
La segunda posibilidad es optar por una consultora energética independiente.
Hay varias en el mercado, pero no todas operan por igual. En Energy Tools, por ejemplo, apostamos por un modelo de negocio transparente. A cambio de una cuota mensual nos encargamos de todo esto, sin comisiones de nadie para poder mantener intacta nuestra independencia respecto al mercado. De esta forma tenemos la libertad absoluta a la hora de negociar las mejores condiciones, independientemente de la compañía comercializadora escogida.
El resultado final es que si eres cliente de Energy Tools vivirás con la tranquilidad de saber que siempre estás pagando el mejor precio.
100.000€ es mucho dinero.
¿Quieres que lo hablemos?